El objetivo principal de esta intervención quirúrgica es el control de la natalidad en los animales de compañía, para evitar tantos abandonos y posteriores sacrificios. Sin embargo existen otras muchas ventajas que aconsejan la esterilización de hembras y de machos.
En el caso de las perras después del celo, incluso si usted ha evitado el apareamiento, pueden sufrir un embarazo psicológico, (alteraciones de comportamiento, pérdida de apetito, producción de leche, etc.). Las perras no castradas, pueden desarrollar infecciones uterinas, (piometra, endometritis), quistes en los ovarios, tumores de mama, etc. Alguna de estas patologías requerirán cirugía para su control.
En el caso de los perros, la castración eliminara el deseo sexual y con ello algunas conductas indeseadas, como las fugas en busca de hembras, agresividad hacia personas y animales, marcaje territorial con orina por la casa, comportamiento libidinoso, etc. También es una prevención de las enfermedades de la próstata y de los testículos.
En el caso de los gatos, la esterilización evitara su deambular, limitara el número de peleas y accidentes de carretera. Reducirá su afán de marcar el territorio y su orina no olerá tan fuerte como la de un gato entero. También disminuirá el riesgo de transmisión de enfermedades víricas como la leucemia e inmunodeficiencia felina al disminuir la incidencia de mordeduras y arañazos por peleas con otros gatos. En general un gato castrado será una mejor compañía y probablemente vivirá más tiempo.
En las gatas evitará los gemidos lastimeros cuando estén en celo. Tienen un gran éxito reproductor pues ovulan en la monta, por eso los gatos tienen tanto éxito procreando. Padecen las mismas enfermedades que ya hemos detallado para las perras.
Estaremos encantados de poder discutir estos aspectos de la operación con usted en nuestro centro veterinario.